viernes, 29 de abril de 2011

asustarse...

El miedo, es el peor de los lastres, el peor de los compañeros, el peor de los consejeros, la peor compañía en los sueños...

Tardío Día 2


El cielo de Huelva era triste y gris, la lluvia le daba al aire un olor a limpio y el frio se apoderaba del ambiente. Era el segundo día de un viaje extraño, que iba sucediendo así desordenadamente. Alguien que se levanto a muchos kilómetros de ella, cogió su coche solo para buscarla, solo para tenerla entre sus brazos esa noche, para olerle el pelo, para besarle el cuello para sentir su calor entre todo el frio de Huelva. Ella que se había visto sola en su viaje, pensativa, lectora y escritora, turista anónima en una Sevilla repleta de matices cálidos lo echaba de menos, y no podía mentirse. La cabeza dice, no le querrás como a él, te arrepentirás, estas ensuciando lo que un día fue perfecto, la cabeza le dice pero con el no eras feliz, con el no serás feliz, la cabeza le repite: si no es con el ¿serás feliz con alguien? La cabeza la interroga incansable y ella incapaz de contestar, se ahoga  en un mar de preguntas y deja que la corriente la arrastre y termina por tomar una sola decisión, prefiere las consecuencias que las opciones, está agotada de pensar, no sabe que quiere, dejara que su cuerpo decida, dejara de pensar para empezar a sentir, para disfrutar, para soñar, para volver a reírse y a llorar, ella no sabe qué hacer, pero va a empezar a actuar y así al menos podrá equivocarse.